jueves, 18 de noviembre de 2010

Tiempos color Rosa

Bueno, a pedido del inexistente público, ahí va la carta que le escribí el día 13/11. Algún día quizás se la de, o no. 

    Cuando el cariño se vuelve algo más, en lo que pisa la línea del querer sólo queda un paso para el amar. Nunca sabemos cuánto queremos a una persona hasta que te das cuenta lo mucho que la necesitas o lo tan importante que es para seguir tu vida cotidiana. Cuando te enamoras de una persona por lo que hay en su interior no hay vuelta atrás, conoces sus debilidades, sus miedos, sus cualidades, y te es casi imposible abandonar el sentimiento ♥
   Porque esa persona te ha mostrado la verdadera esencia de su ser, y contra eso no hay nada que valgo. Te hundís tanto en su mirada que aunque no esté junto a os lo sentís tan vivo, que permanece en tus pensamientos, en tu corazón, en tu alma, en tus sueños. 
    Cada día se transforma en un contador que cuenta segundos, minutos, horas, días que faltan para volver a verlo otra vez, aunque sea para acompañarlo a la estación :)
     Cada pequeña señal de su presencia, su perfume, su voz, enloquece de manera increíble el corazón. Se convierte en algo necesario e indispensable, te envuelve tanto que cuando no está, lo necesitas, y cuando lo tenes, siempre querés más. Que nadie te lo robe, que nadie te lo quite. Poderlo tener con vos durante tiempo infinito. 
    Por ahí esa persona nunca llegue a saber todo lo que llevas por dentro, y lo que él es capaz de producir dentro tuyo. Pero vos en tu corazón conoces la verdad de la inmensidad de ese sentimiento, que comenzó con un simple "Hola, soy Marian. ¿Todo bien?", un 18 de septiembre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario